domingo, 29 de mayo de 2011

Diabetes mellitus tipo I

La diabetes es una enfermedad crónica para la cual aún no existe una cura. En este tipo de diabetes, las células del páncreas producen poca o ninguna insulina, la hormona que permite que la glucosa ingrese en las células del cuerpo.

Sin suficiente insulina, la glucosa se acumula en el torrente sanguíneo, en lugar de penetrar en las células. El cuerpo es incapaz de utilizar la glucosa como energía a pesar de los altos niveles en el torrente sanguíneo, lo que lleva a que aumente el hambre.

Además, los altos niveles de glucemia causan aumento de la micción y esto lleva a que se presente sed excesiva. En cuestión de 5 a 10 años, las células beta del páncreas productoras de insulina están completamente destruidas y el cuerpo ya no puede producir más insulina.La diabetes tipo I puede ocurrir a cualquier edad; sin embargo, se diagnostica en muchos pacientes antes de los 20 años.

El proceso de desarrollo de la diabetes tipo 1 es gradual, pudiendo ser necesarios varios años antes de que se manifieste clínicamente. La enfermedad se desarrolla por el ataque del sistema inmune contra las propias células beta del páncreas, encargadas de producir la insulina. Este proceso parece tener varias etapas:

1. Una susceptibilidad o predisposición genética, en la que parece haber implicados varios genes.

2. Además, parece necesario que ocurra un factor desencadenante ambiental (infección viral, estrés, toxinas, etc.), tras el cual, aparece el proceso inmunitario frente a las propias células beta, que son destruidas.

3. La reacción inmunitaria está mediada por anticuerpos (reacción humoral) y células (reacción celular), habiéndose detectado autoanticuerpos frente a proteínas presentes en la superficie de las células beta, como la descarboxilasa del ácido glutámico (GAD), potencialmente implicado en el desarrollo de la diabetes.

La diabetes mellitus tipo I o también conocida como diabetes juvenil o diabetes mellitus insulino dependiente, es una enfermedad metabólica caracterizada por una destrucción selectiva de las Célula beta del páncreas causando una deficiencia absoluta de insulina.

Se diferencia de la diabetes mellitus tipo 2 porque es un tipo de diabetes caracterizada por darse en época temprana de la vida, generalmente antes de los 30 años. Sólo 1 de cada 20 personas diabéticas tiene diabetes tipo I, la cual se presenta más frecuentemente en jóvenes y niños. La administración de insulina en estos pacientes es esencial.

La diabetes tipo 1 se clasifica en casos autoinmunes la forma más común y en casos idiopáticos.

La diabetes tipo 1 se encuentra entre todos los grupos étnicos, pero su mayor incidencia se encuentra entre poblaciones del norte de Europa y en Cerdeña. La susceptibilidad a contraer diabetes mellitus tipo 1 parece estar asociada a factores genéticos múltiples, aunque solo el 15-20% de los pacientes tienen una historia familiar positiva.

Los posibles síntomas abarcan:

§ Fatiga

§ Aumento de la sed (polidipsia)

§ Aumento de la micción (poliuria)

§ Aumento del apetito (polifagia)

§ Náuseas

§ Vómitos

§ Pérdida de peso a pesar del aumento del apetito

Los siguientes exámenes se pueden utilizar para diagnosticar la diabetes:

§ Análisis de orina muestra: la glucosa y los cuerpos cetónicos en la orina

§ Examen de sangre para el diagnóstico:

§ La glucosa en sangre en ayunas deber ser de 110 mg/dl o más en dos ocasiones.

§ La glucosa aleatoria (sin ayunar) en la sangre excede los 140 mg/dl y el paciente tiene síntomas como aumento de la sed, de la micción y fatiga (esto se debe confirmar con examen en ayunas).

Tratamiento

Los objetivos inmediatos del tratamiento son tratar la cetoacidosis diabética y los altos o bajos niveles de glucemia. La aparición de los síntomas graves de la diabetes es súbita y de gravedad, por lo que es posible que las personas necesiten permanecer en el hospital. Las personas que la padecen deben recibir inyecciones diarias de insulina. Es muy importante el tratamiento médico de las personas con diabetes, ya sea tipo del tipo 1 ó 2, para evitar problemas y mejorar la vida de las personas con esta enfermedad.

Los objetivos a largo plazo del tratamiento son:

§ Prolongar la vida

§ Reducir los síntomas

§ Prevenir complicaciones relacionadas con la diabetes, tales como ceguera, insuficiencia renal, cardiopatía y amputación de extremidades.

Estos objetivos se logran a través de:

§ Autocontrol cuidadoso de los niveles de glicemia (con hemoglobinas glicosiladas seriadas cada 3 meses )

§ Educación por parte de profesionales, como nutricionistas, médicos, enfermeras o endocrinólogos.

§ Ejercicio continuo.

§ Cuidado de los pies.

§ Uso de insulina.

§ Planeamiento de las comidas y control del peso.

La insulina

La insulina baja el nivel de glucemia permitiendo que salga del torrente sanguíneo y entre en las células del organismo. Todas las personas necesitan insulina. Las personas con diabetes tipo I no pueden fabricar su propia insulina y, por tanto, deben tomarla diariamente.

Las preparaciones de insulina se diferencian por la rapidez con que empiezan a hacer efecto y su duración. El médico revisará los niveles de glucemia para determinar el tipo apropiado de insulina que se debe utilizar. Se puede mezclar más de un tipo de insulina en una misma inyección para así lograr el mejor control de la glucemia.

Las inyecciones se necesitan por lo general de una a cuatro veces al día. El médico o un educador en diabetes enseña a las personas que requieren insulina cómo inyectarse ellos mismos para obtener un autocontrol propio.

Las personas con diabetes necesitan saber cómo ajustar la cantidad de insulina que están tomando en las siguientes situaciones:

§ Cuando hacen ejercicio

§ Cuando están enfermos

§ Cuando estén comiendo más o menos alimentos y calorías

§ Cuando estén viajando

Dieta

La planificación de comidas para la diabetes tipo I debe ser coherente para así permitir que el alimento y la insulina trabajen juntos para regular los niveles de glicemia. Si las comidas y la insulina no están equilibradas, los niveles de glucemia pueden subir o bajar, produciendo por tanto hiperglicemia e hipoglicemia.

Actividad Física

El ejercicio regular ayuda a controlar la cantidad de glicemia llegando incluso a disminuir la cantidad requerida, al igual que quemar el exceso de calorías y de grasa para lograr un peso saludable.

Las personas con diabetes tipo 1 deben tomar precauciones especiales antes, durante y después de cualquier ejercicio o actividad física intensa. Es importante:

§ El calzado correcto, para evitar lesiones en los pies.

§ Controlar los niveles de glicemia antes y después de hacer ejercicio, para evitar hipoglicemias mientras se ejercita

§ Llevar un brazalete de identificación de diabéticos.

§ Hacer ejercicio todos los días y a la misma hora.

§ A medida que cambie la intensidad o duración del ejercicio, es posible la necesidad de modificar la dieta o medicamento para mantener el nivel de glicemia en un rango apropiado.

Autoexamen

El control de la glucemia se hace verificando el contenido de glucosa de una pequeña gota de sangre. Dicha prueba se hace regularmente y le informará a la persona con diabetes qué tan bien están funcionando la dieta, los medicamentos y los ejercicios en conjunto para controlar la enfermedad.

Los resultados se pueden usar para ajustar la dieta, la actividad física o los medicamentos con el fin de mantener los niveles de glicemia dentro de un rango apropiado. Los exámenes generalmente se hacen antes de las comidas y a la hora de dormir. Cuando uno está enfermo o con estrés, se pueden necesitar exámenes con más frecuencia debido a que estos aumentan la cantidad de glucosa en la sangre.

Normalmente, uno punciona el dedo con una aguja pequeña llamada lanceta para obtener una gota diminuta de sangre. Se coloca la sangre en una tira reactiva y se pone la tira en el dispositivo.

El hecho de mantener registros precisos de los resultados del examen le ayudará al diabetico y al médico a planear la mejor manera de controlar su diabetes.

Cuidado de los pies

Para prevenir las lesiones en los pies, una persona con diabetes debe adoptar una rutina diaria de revisión y cuidado de los pies que consiste en lo siguiente:

§ Revisarse los pies cada día e informar de cualquier úlcera, cambio o signo de infección.

§ Lavarse los pies todos los días con agua tibia y un jabón suave, y luego secarlos muy bien (especialmente interdigital).

§ Suavizar la piel seca con una loción o con vaselina.

§ Protegerse los pies con zapatos cómodos, que ajusten bien y que no queden apretados.

§ Ejercitarse a diario para promover una buena circulación.

§ Visitar a un podologo para que identifique problemas en los pies o para que extirpe callos o callosidades en los mismos (importante: nunca tratar de extirpar las callosidades uno mismo, debido a la posibilidad de producir heridas graves que posteriormente será una complicación por infección o gangrena)

§ Quitarse los zapatos y las medias durante la visita al médico y recordarle que los examine.

§ Dejar de fumar, pues el consumo de tabaco empeora el flujo de sangre a los pies.

Las complicaciones urgentes abarcan:

§ Hipoglucemia

§ Cetoacidosis

Las complicaciones a largo plazo abarcan, siendo los más comunes:

§ Problemas de erección

§ Problemas oculares: incluyendo retinopatía diabética, desprendimiento de retina, glaucoma y cataratas.

§ Problemas en los pies: incluyendo cambios en la piel, insuficiencia arterial, neuropatía y deformidades específicas en los pies (deformidad en valgo del dedo gordo, juanete, dedo en martillo y callos).

§ Infecciones de la piel, tracto genital femenino y vías urinarias.

§ Enfermedad renal (nefropatía diabética)

§ Daño neurológico (neuropatía diabética)

§ Accidente cerebrovascular

§ Enfermedad vascular: incluyendo bloqueo de arterias y ataques cardíacos

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